Ya estamos todos en el cole. Las madres saben que, por las tardes, tienen que hacer que los niños se pongan a estudiar y hagan los deberes aunque no muchos tendrán demasiados deberes. Sin embargo, sí que es muy bueno que se les vaya poniendo una rutina que hacer todos los días, tengan o no deberes, para que así sean capaces, cuando tengan exámenes, de estudiar y que se les queden las cosas.
Para ello, ¿qué mejor que confeccionar un horario? Para ello vas a necesitar un trozo de cartón para poder pegarlo y a la vez servir de marco para el horario que ha de hacerse entre los dos. Es decir, se trata de un horario de las cosas que hacer cuando se está en la casa y se ha terminado ya la escuela hasta el día siguiente.
Por ejemplo, de 15.30 a 16.00 puedo jugar, puedo ver la televisión…; de 16.00 a 17.00 debo hacer los deberes y, si no tengo, debo repasar lo que hemos hecho y preguntar si algo no me sale; y así sucesivamente.
Seguir un horario le da estabilidad a los niños pero hay que cumplirlo. Vale que algún día nos lo podamos saltar pero, en general, conviene no hacerlo para no hacer que él o ella también se lo salte.
El horario puedes confeccionarlo tú en cuanto a la tabla a utilizar pero, si el niño ya escribe solo, es mejor que lo rellene él o ella, para que vea que es suyo personal. También conviene que lo coloreéis, por ejemplo con colores diferentes para los deberes, para juegos, etc. y que determinéis si el horario cambia en caso de que tenga exámenes.