Que Grecia es un país de una gran belleza histórica, arquitectónica y artística es innegable. Y esta es precisamente la que consigue atraer a multitud de turistas que llegan dispuestos a descubrir rincones de inigualable factura como sería el caso, por ejemplo, de los afamados Monasterios de Meteora que están incluidos dentro de la Lista Patrimonio de la Humanidad.
De tipo cristiano ortodoxo son estas construcciones que destacan porque se erigieron, y así permanecen, en unas cumbres rocosas que están consideradas de origen mítico, que son fruto de la erosión y que son conocidas como Meteora.
Al norte del país, y más exactamente en la llanura de Tesalia, es donde se puede acudir para descubrir estos singulares enclaves cuyos primeros moradores fueron unos monjes ermitaños que, durante el siglo XI, decidieron establecer en las citadas cuevas su hogar pues consideraban que en dicho emplazamiento podrían conseguir estar más cerca de Dios.
No obstante, habría que esperar hasta el siglo XIV para que se comenzaran a levantarse los monasterios como una manera de protegerse de albaneses y turcos. Ese inicio fue el punto de partida de la construcción de una serie de edificios religiosos de esta tipología, de los cuales sólo seis se encuentran funcionando en la actualidad: el de San Nicolás, el de la Santísima Trinidad, el Roussanou, el de San Esteban, el de Varlaam y el de la Transfiguración.
