Una visita a Córdoba no estaría completa sin visitar las Plazas cordobesas más conocidas, para ver cómo viven y sienten los cordobeses.
Plaza de Capuchinos
Sorprende por su diseño sobrio, las paredes austeras inmaculadas, que se ven interrumpidas por las limpias portadas de piedra del Convento Santo Ángel.
En el centro de la plaza se erige una de las imágenes cordobesas más representativas, el famoso Cristo de los Faroles.
La blancura de las paredes que lo cercan destaca el efecto de este crucificado de estilo barroco, rodeado por cuadro faroles de hierro, que le dan el nombre a esta imagen.
Plaza de Maimónides
Muy próxima a la del Cardenal Salazar, alberga en una de las esquinas la Casa de las Bulas de la Santa Cruzada de estilo barroco, que en la actualidad acoge el Museo Taurino.
Recientemente se han construido dos hoteles. Destaca la fachada imponente de la construcción enfrente al museo, donde se ha mantenido la arquitectura cordobesa tradicional.
Plaza del Potro
Ubicada en el Barrio de la Ajerquía, su nombre proviene de la fuente de estilo renacentista que se encuentra en el centro, cuyo elemento decorativo principal es un pequeño potro.
Antiguamente era un lugar donde se vendía y comprobada ganado y artesanía, como prueba la conocida Posada del Potro.
Actualmente en uno de sus laterales acoge los Museos de Julio Romero de Torres y de Bellas Artes.
Plaza de la Corredera
Parece una plaza castellana por su forma rectangular y sus arcos porticados en la zona inferior. Anteriormente se usaba como Plaza de Toros, manteniendo actualmente una callejuela denomina Toril. En ella se han celebrado pregones, ejecuciones y actos de fe. En ella se sitúan diversas bares de copas y cafeterías, en enero se celebra un Mercado medieval.
Plaza de las Tendillas
Indudablemente es la plaza cordobesa más céntrica. Después de diversas reformas, se ha convertido en uno de los lugares preferidos de reunión de los cordobeses y turistas.
En el centro se ubica la estatua del Gran Capitán a lomos de un hermoso corcel.