Viajar en el embarazo II

Siguiendo con los medios de transporte que puedes utilizar estando embarazada, uno de los mejores y que suelen recomendar los profesionales, es el tren. Ya sabes que no en todas las ciudades hay un tren pero seguro que cerca sí lo hay. ¿Por qué el tren? Porque te ofrece libertad de acción. Puedes andar por el pasillo si necesitas hacerlo, estar de pie, viajar de noche en un coche cama, etc.

Tienes además servicios, restaurantes y te ponen alguna que otra película para que vayas entretenida. Así que solo has de preocuparte por ir cómoda y esperar llegar a tu destino.

Y otra cosa, es el que menos problemas te va a dar porque estés embarazada (que no pasa lo mismo en otras cosas). Eso sí, procura ir con ropa cómoda y holgada si el viaje es de muchas horas y tener a mano aquello que puedas necesitar para estar bien.

El autocar es más barato que el tren pero, a decir verdad, es solo para trayectos cortos porque los viajes son muy pesados y no se aguantan bien, te cansas muchísimo más y no es lo mejor que debas hacer. En la mayoría de autobuses hay baños pero, para una mujer embarazada (incluso para una mujer u hombre grueso) suelen ser complicados.

También puedes coger un barco si quieres ir a otro lugar, pero éste si no te mareas ya que no es fácil. Puedes moverte libremente pero, si las naúseas son lo tuyo, entonces mejor descártalo.

Por último, estaría el avión. Aquí hay algunas restricciones a los viajes, por ejemplo, que algunas compañías no permiten viajar durante todo el embarazo, solo hasta la semana 36, o 32 si es embarazo múltiple. Y piden autorización médica para hacerlo. Después hay otras que no te piden nada.