Tienes en tu agenda un evento romántico o especial con tu pareja, pues uno de los destinos europeos más románticos es Verona, es la ciudad de los amantes, un sentido homenaje al escritor William Shakespeare, que la inmortalizo en una de las historias de amor más trágicas, Romeo y Julieta, así demostraras que tu historia de amor tiene un final feliz.
La primera parada es la Casa de Julieta, que cada año es visitada por cientos de turistas. Lo Stallo del Cappello, es una vieja casa – torre, según la tradición allí residió la Familia de los Capuleti, es decir, la de Julieta. Con el paso de los siglos, la vivienda y el patio fueron restaurados, respetando los elementos decorativos y arquitectónicos medievales.
Actualmente, en las salas se exponen una colección de antiguas grabados, cuya temática es la historia de los trágicos amantes, vestimentas y mobiliario usado en el conocido film de Franco Zeffirelli. En el patio se puede contemplar la maravillosa estatua de bronce de Julieta, que es uno de los símbolos de la ciudad.
Después en un callejón apartado en el casco viejo de la ciudad, se halla la casa donde residía Romeo. Es un castillo de estilo rústico de ladrillos, que era la residencia de los Montecchi, con la tradicional almena de cola de golondrina. Si bien, al ser de propiedad privado no puede visitarse el interior.
Este itinerario por la obra de Shakespeare, también hace una parada en las famosas Tumbas de los Scaligeri. En la parte de arriba del mausoleo, se localizan las figuras a cabo de los grandes señores de Verano en la época medieval: Cansignorio, Cangrade y Mastino II.
Otra parada, son las viejas muradas medievales que rodean la ciudad. A lo largo de los muros, se pueden contemplar las Puertas del Bra, el acceso principal en la época en la que vivieron los famosos enamorados. Se encuentra un busto de bronce de William Shakespeare, y una placa una cita de Romeo cuando se encontraba en el exilio.
La última parada de esta trágica historia, es la Tumba de Julia que se encuentra el Monasterio de San Fracesco in Corso. En el interior de una celda, en una cripta sugestiva y oscura, entre las tumbas de los clericós, se halla el sarcófago vacio y abierto de mármol rojo.