Pensar en una boda es pensar en la primavera o el verano. Fecha perfecta no existe, porque no se puede controlar el tiempo, pero la mayoría de parejas eligen la estación de menos lluvias y de días más soleados para celebrar el enlace. Ahora bien, ¿sabes que, es en ese momento, cuando los gastos se incrementan?
Si nos ponemos a pensar de forma objetiva, tenemos: que en invierno no se puede celebrar una boda al aire libre; en primavera te arriesgas a las lluvias y alergias de los invitados; en verano hace demasiado calor para una boda al aire libre además de los insectos y posibles alergias de los invitados; y en otoño puede llover o hacer mucho viento para pensar en hacerlo fuera.
Como ves, siempre hay un pero en todos ellos. Sin embargo, de todas las estaciones, el invierno siempre ha sido la última porque nadie ha querido casarse en esa época. Hasta ahora. ¿Y por qué digo esto? Pues porque hay múltiples ventajas de casarte en invierno. Si no las sabes, toma nota.
Me caso en la estación del frío
Casarte en invierno no es nada malo, al contrario, habrá muchos beneficios que pueden ayudarte en tu cometido:
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El presupuesto que necesitas es mucho menor. De hecho se dice que puede reducirse hasta un 40% si te casas en noviembre, diciembre, enero o febrero antes que en los meses de junio a septiembre. Ya por ahí tienes un buen aliciente para casarte en esa época, ¿no lo crees así?
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El calendario se acorta y es posible que, durante esos meses, no tengas que reservar con tanta antelación ni esperar a que hagan los vestidos ni nada. Como no son meses en los que se casen parejas, estarán más libres y te beneficiarás porque tendrás una atención más directa con todos los elementos de la boda (se centrarán más en ti).
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El problema del clima puede fastidiar, sí. Pero, ¿y si haces una boda temática? Una boda invernal, con nieve, o una romántica. Puedes buscar en internet que seguro que te dan muchas ideas a la hora de organizarlo todo.
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A nivel de invitados les vas a ayudar en su bolsillo. ¿No lo crees? Imagina que, en primavera y verano, con amigos y familiares tienen 4-5 bodas. Si pones la tuya ya serían 6 y eso, a nivel de regalar, les costaría. Sin embargo, si espacias en el tiempo la boda le permitirás que pueda recuperarse y, al mismo tiempo, que tenga más ganas de celebrarlo y vaya más contento.
Son muchas las ventajas que tiene el casarse en invierno. Ahora lo que tienes que ver es si estarías conforme en hacerlo. Ten en cuenta que, si te toca una estación como la que estamos viviendo ahora, octubre y noviembre serían los meses ideales porque, hasta que no se va el sol, no hace frío, y puedes lucir estupenda con el sol que hay por las mañanas. ¿Te animarías a hacer tu boda en invierno?