¿Quién dijo que en la actualidad no se venden viviendas? Pues sí que se venden, pero se puede decir que se dan dos condiciones, o que se trate de auténticos chollos en los que el comprador sabe que adquirirá una autentica oportunidad inmobiliaria o, por el contrario, que el futuro dueño no tenga ningún reparo en añadir cuantos ceros sean necesarios con tal de adquirir la vivienda de la que se ha encaprichado.
Durante el Puente de Mayo, la buena noticia ha sido la alta tasa de ocupación hotelera que avanza la recuperación, pero, la noticia más curiosa, sin duda, ha sido que, en estos días se han vendido las dos viviendas más costosas de las que se encontraban con el cartel de «Se vende».
Vendidas las dos casas más caras
La primera de ellas se encontraba en Nueva York, en concreto, en la exclusiva zona de los Hamptons, y por un «asequible» precio de 106 millones de euros aproximadamente, el afortunado comprador se ha hecho dueño de una residencia que perteneció a uno de los magnates de Wall Streel y que a su muerte heredaron sus hijos, ahora el dueño es Barry Rosenstein que además de piscina, estanque y 75.000 acres de tierra podrá presumir de tener la casa más costosa de los Estados Unidos.
La segunda ha alcanzado la cifra récord de 170 millones de Euros, y se encuentra ubicada en una de las torres de One Hyde Park, una de las más exclusivas del Londres. Lejos de alegrarse, el Gobierno de Inglaterra se ha dado cuenta de que el alto precio alcanzado por la vivienda no es más que el reflejo de la burbuja inmobiliaria en la que está inmerso el país.
Para el resto, nos quedará conformarnos con viviendas más modestas o, por lo menos, esperar a que los precios sean más acordes a nuestros bolsillos.