Ahora que la crisis ya es una realidad asentada y que cada día afecta a un número mayor de personas, son muchos lo que necesitan vender su casa con urgencia, la solución más común es bajar, en la medida de lo posible, el precio p ara hacer una oferta única al vendedor de forma que no encuentre ninguna casa de las mismas características a un precio tan bajo. Sin embargo, bajar el precio puede hacer que, después de todo, las ganancias para el vendedor no sean muy altas y que no se solucionen los problemas económicos de quien se ha visto obligado a vender su casa.
La solución para vender la casa sin rebajar el precio viene de manos de una compañía estadounidense, que a finales de los 70 comprobó hasta que punto era importante preparar la casa antes de venderla o alquilarla. Bien analizada, la cosa es bastante sencilla, la oferta de casas es muy alta en este momento, más que la demanda, por lo tanto, los compradores miran mucho antes de decidirse a comprar: miran el precio, pero también miran el estado de la casa en general, y ahí está la clave, la casa debe entrar por los ojos, es decir, convertirse en una opción atractiva para el posible comprador.
No se trata de hacer una gran inversión para arreglarla, ni mucho menos, más bien se trata de un lavado de cara que haga de nuestra vivienda en venta un espacio más iluminado, mejor que añadir, sería quitar: quitar electrodomésticos viejos, sobre todo de la cocina, ofrecer un aspecto limpio en general, mantener pocos muebles pero útiles, quizás cubrir los sofás viejos con una funda clara. Si además se pueden esconder defectos de la casa, y dar una mano de pintura en blanco, para aumentar la iluminación, nuestra casa parecerá otra, y seguro que gustará más a los compradores que busquen un lugar en el que «entrar a vivir». Eso sí, si la casa necesita una gran reforma, quizás lo mejor sea vaciarla del todo, poner un precio razonable y hacer que los futuros dueños entiendan las posibilidades que la casa ofrece.
¿Te parece una buena idea arreglar la casa antes de venderla?