Alicante, es el destino idóneo para pasar tus vacaciones de invierno por sus temperaturas suaves y disfruta anualmente de aproximadamente tres mil horas de sol. Entre los planes que no deben faltar en tu viaje, podrás disfrutar de la gastronomía valenciana, practicar actividades deportivas acuáticas, visitar sus alrededores o jugar al golf.
Podrás pasear por el puerto deportivo y hacer una parada en los puestos tradicionales, que en las tardes se ubican en la Rambla, o en la Avenida Maisonnave tener un día de compras. También, los teatros y museos de Alicante cuentan con una oferta cultural atractiva.
Si quieres conocer la zona monumental, tienes que pasear por el Barrio de Santa Cruz y el casco antiguo, en las que conocerás el estilo de vida mediterráneo, al pasear por las calles peatonales y las viviendas blancas adornadas con geranios. Tienes que visitar el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza medieval desde la que tendrás una vista panorámica de Alicante.
Gastronomía
La gastronomía alicantina es un ejemplo evidente de la dieta mediterránea. Debes degustar algunos de los platos tradicionales como el arroz a banda o la paella, acompañado de los vinos alicantinos y de postre el turrón de Alicante.
El mar
La vinculación estrecha entre el mar y la ciudad brinda múltiples opciones de ocio. La estación náutica es el lugar perfecto para las actividades acuáticas, allí podrás practicar submarinismo, vela, windsurf, etc.
Si prefieres la tranquilidad, podrás pasear por la orilla de la playa. Si te apetece jugar al golf, en la región existen diferentes campos de golf.
Alrededores
Alicante se encuentra en la Costa Blanca, repleta de localidades marineras como Benidorm, Calpe, Denia o Santa Pola, destinos turísticos importantes en los que disfrutar todo el año.
Si prefieres el interior, visita Elche con su extenso Palmeral, un lugar inolvidable.
