¿Cuántas veces has ido a comprar y te has quedado mirando la gran cantidad de champús que hay en el mercado? Hay para todo, y muchas veces acabas escogiendo el más barato o el de toda la vida porque piensas que todos son lo mismo.
Pues bien, uno de los problemas que puedes tener en el pelo es que estés usando un champú que no te corresponde, es decir, uno que, en lugar de ayudarte, lo que esté haciendo es provocarte un daño mayor. Por eso hoy vamos a hablarte de champús.
En general, a la hora de elegir un champú debes tener en cuenta:
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Que ha de dar brillo. Necesitas un pelo luminoso y saludable y si tu champú de ahora no lo hace es posible que quiera decir que no te sirve.
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Que quite la sequedad. Normalmente esto lo consiguen champús que tienen aceites esenciales. Eso te ayudará a que tenga más suavidad, por ejemplo el aceite de almendra.
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Que prevenga la caída del pelo. Sobre todo si ya has notado que se te cae mucho. Además, no es malo que lo uses aun cuando no has notado esa caída.
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Que no tenga acondicionador. Pasa de esos champús que también acondicionan. Es mejor usar aparte una crema suavizante porque hará más efecto en un pelo bien lavado.
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Que tenga ingredientes de origen natural. Esto es importante para que el pH del cuero cabelludo no se dañe con el uso de productos químicos o ingredientes que puedan darte alergia.