La localidad de Peñíscola, se encuentra al norte de la Comunidad Valenciana, en un lugar excepcional de la Costa Mediterránea. De los setenta y nueve kilómetros cuadrados de la ciudad, diecisiete son paralelos a la costa, que se distribuyen imparcialmente entre los cultivos cálidos y las masas forestales, entre los que veras almendras, naranjos y olivos.
El Casco antiguo, rematada por la que fue la residencia del Papa Benedicto XIII, una Fortaleza – Castillo del siglo XIV, domina un gran peñón que se levanta sobre sesenta y cuatro metros sobre el mar azul, está unido a la península por una tira de arena que antiguamente era barrida por las olas en los temporales.
En diferencia, con la parte antigua, se hallan las calles nuevas y las Avenidas de la área turística. Aguas cálidas en otoño y verano, entre al norte amplias playas de arena fina al norte y al sur bellas calas rodeadas por acantilados abruptos.
Algunas de las sensaciones que sentirás son bienestar, paz y tranquilidad, cuando descubras la Peñíscola más natural por medio de diversas rutas paisajísticas.
La valiosa herencia cultural y los paisajes, emanada de las diversas civilizaciones que se han hallado en la Ciudad en el Mar, su localización ideal, se reúnen para brindar una ciudad marinera distintas, cercada de naturaleza.
Al estar bañada por el Mediterráneo y ubicada en terreno fértil, cuanta con una variada gastronomía, que la convierten en un destino única para la experiencia con los cinco sentidos.
La pesca vinculada íntimamente a la localidad, ha ayudado que a lo largo del tiempo Peñíscola despliegue una infinidad de aromas y sabores vinculados con la gastronomía marinera. Los maricos, el all i pebre de rape, los caragols punxents, los langostinos y las cigalas, etc.
¿Vas a pasar las próximas vacaciones en Peñíscola?