Si te encuentras de viaje en la capital española, no dudes en dedicar unas horas a realizar una visita a San Lorenzo de El Escorial, descubrirás un municipio situado en un hermoso entorno natural y con un encanto especial.
Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Una construcción majestuosa de granito, que fue en su época el centro político del imperio español. Si bien, no es solamente un monasterio, sino además un amplio museo que contiene una basílica, un palacio y un panteón. Cuenta también con una tienda de regalo y una cafetería.
El lunes el Monasterio permanece cerrado. Las visitas guiadas se efectúan para grupos reducidos y cada cuarto de hora aproximadamente. Tienen una duración de una hora.
La audioguía brinda información en alemán, inglés, español, francés, portugués e italiano.
Se puede entrar y salir del edificio todas las veces que quieras durante la jornada, siempre que dispongas del ticket de entrada.
Casita del Infante y Jardines del Fraile
En los Jardines del Fraile, contemplaras el paisaje acicalado con un estanque y podrás imaginar cómo era la vida en el siglo XVI.
Continuando recto por el Paseo de Carlos III, en un paseo de unos quince minutos llegarás hasta la Casita del Infante con sus jardines. Hay que visitarla, para conseguir una vista panorámica de la Herrería. Prosiguiendo por la Calle Leandro Rubio hasta el final, encontrarás la Casa de Jacometrezzo, la vivienda más antigua del municipio.
Conjunto monumental
Es mejor recorrerlo caminando para fijarte en sus plazas coloridas y disfrutar de la amabilidad de la gente.
Podrás recorrer el patio de la fachada norte del Monasterio y subir hasta la Calle Floridablanca, en el centro. Si continuas, podrás contemplar las construcciones históricas, como los Reales Cuarteles, las Casas de Oficial y el Real Coliseo de Carlos III.
Podrás también pasear tranquilamente por las calles paralelas Rey y Juan de Leyva, Reina Victoria.
Gastronomía
Si quieres probar cualquiera de los platos tradicionales como el chuletón de ternera o el solomillo de buey, cocido o asados. Lo más aconsejable, es dirigirte de nuevo a la Calle Floridablanca y comer en un local.
Aunque, muchas calles situados en el casco histórico (Camino Horizontal, Plaza San Lorenzo o San Antón), también encontrarás bares, restaurantes y tabernas. Y los precios no son muy altos.
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