En Sudáfrica conviven en armonía ciudades, mar de color turquesa, playas blancas, localidades pesqueras encantadoras, sabanas, ríos, montañas, distintas culturas y los animales más espectaculares del planeta. Una mezcla de dos mundos, el primero y el tercero, muestra un contraste de este país.
Una gran ciudad imponente, repleta de vida, con un toque occidental, que seduce desde el primer segundo.
Por momentos olvidarás que estas en África, por su arquitectura holandesa. El centro, City Bowl, es el lugar obligado para descubrirla y pasear, para contemplar los cafés, curios shops, museos, construcciones elegantes y plazas, por ejemplo Green Marquet Square, donde tiene lugar todos los días un mercado de artesanía. Situada en un lugar excepcional natural, mucho de los lugares de interés están muy próximos.
La particular Table Mountain, domina cualquier rincón de la ciudad, desde sus mil metros de altura y parece sesgada con un cuchillo. Se puede alcanzar la cima, a través de distintos senderos y el cable carril.
Clifton Beach, con sus playas blancas y el Océano Atlántico, con aguas un poco frías, y de un tono azul oscuro. Es un lugar ideal para el windsurf, surf y el buceo. Además, la gran ventaja es que es fácil llegar en autobús o automóvil.
Si bien, Victoria & Alfred Waterfront es un complejo impresionante, ubicado cerca del puerto en el que encontrarás hoteles, restaurantes, cines, establecimientos comercios, un gran acuario, etc.
En el extremo sur, en Cabo de la Buena Esperanza, donde coincide el Océano Índico y el Atlántico, es una magnifica reserva natural para pasar una jornada en plena naturaleza, realizando distintos paseos y nadando.
Con la Ruta del vino tendrás la oportunidad de descubrir y catar los mejores vinos sudafricanos, es recomendable hacerlo en un vehículo con chofer.