A mediados de otoño, Dinamarca se va calentando con el calor de las fiestas navideñas y la magia de estas fechas se apodera del país por completo. Son unas fechas de antiguas tradiciones, gastronomía exquisita y principalmente ratos en compañía, ya que los daneses les gusta dedicarse en esa temporada a sus amigos y familiares.
Gastronomía tradicional
El plato navideño tradicional es el cerdo asado, que se acompaña con repolla morada, salsa gravy y patatas, pero también se ha convertido en un plato popular el pato asado. El postre tradicional es el arroz con leche con salsa de cervezas y almendras.
Muchos cafés, hoteles y restaurantes añaden en esa época a su carta los platos navideños tradicionales como los arenques, el salmón, el paté de hígado con setas y bacon. Para degustarlo todo mejor y brindar, podrás hacerlo con vino y cerveza, además de snaps (un aguardiente), que cada año se presenta en una versión especial.
Los dulces navideños daneses más populares son los buñuelos fritos, las galletas de jengibre, el pan de jengibre decorado con lacitos y forma de corazón y las galletas de vainilla.
Tivoli
Durante las semanas anteriores a la Navidad el Parque Tivoli situado en Copenhague, se convierten en un fantástico mundo repleto de música, magia y luces para todas las edades.
El tradicional mercadillo cuenta con cientos de árboles adornados por miles de bombillas, decenas de puestos en los que podrás adquirir artesanía, adornos navideños, muñecas de porcelana y madera, y realizar degustaciones de las especialidades tradicionales.
Además, tendrás la opción de patinas en un lago helada, visitar el asombroso país de los duendes o pasear en los ponis. Sin duda, un lugar muy especial para llevar a los más pequeños de la familia.
Como ves Dinamarca puede ser un destino perfecto para las próximas vacaciones de Navidad.