Las mujeres nos sometemos a todo tipo de tratamientos. Y, por lo general, estamos dispuestas -y encantadas- con todo tipo de cambios en la imagen: cambios de estilismo a través de la ropa, cambios en el look a través de cortes de pelo y cambios en el color del cabello, incluso nos sometemos a exposiciones al sol o rayos UVA para modificar el color de nuestra piel. Sin embargo, tenemos al alcance de nuestras manos una opción a la que no recurrimos muy a menudo a pesar de que ofrece un gran cambio en la imagen: las lentillas de colores.
Las lentillas de colores son una opción tanto para quienes no tienen ningún problema de vista y sólo buscan un cambio de imagen, como para los que buscan ese cambio pero tienen problemas del tipo miopía o astigmatismo. Y es que las lentillas de colores se puede conseguir también graduadas.
¿Qué color elegir?
Esta decisión es de libre elección -¡faltaría más!-; pero te recomendamos, sobre todo si vas a hacer un uso continuo de ellas, que escojas un color no demasiado diferente a tu color natural. Por dos razones. La primera es que todos notarán el cambio. Y la segunda es que las lentillas de colores tienen un orificio transparente en la parte central pensada para cuando la pupila se dilata; por lo que si tienes unos ojos oscuros y escoges, por ejemplo, un azul claro, se notará tu color natural cuando la pupila no esté dilatada.
Si lo que buscas es un cambio de color pero con un resultado natural, apuesta por el verde, el azul o el color miel. Y si eres atrevida y buscas un cambio extremo, el violeta, el gris o el ámbar intenso son tus colores.
En el caso de los ojos claros, verde mar, azul pacífico o aguamarina son ideales; aunque también existen lentillas potenciadoras del color que ofrecen un resultado más natural.