Una casa puede estar nueva por mucho tiempo, el paso del tiempo, si se cuida, no pasa por ella y eso hace que sean muchos los que siempre estén pendientes de saber qué hacer para que parezca que estrenas todos los objetos que hay en ella.
Por eso, hoy te vamos a dar algunos trucos que seguro que te llaman la atención y lo mejor de todo es que son muy fáciles de hacer y no te costarán nada. ¿Te gustaría saber algunos? Toma nota de todos ellos:
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¿Te has fijado en el suelo? Si tienes un suelo de madera es posible que, con el tiempo, haya perdido un poco de color y, lo que es peor, que cruja. ¿A que eso no te gusta? Imagina lo que pasa después, por la noche, con todo en silencio. Si tienes niños y escuchan ruidos raros no van a dormir tranquilos. Es por eso que te damos un pequeño truco: esparce polvos de talco por la superficie y trata de que penetre entre las juntas. Paséate y salta por el parqué para que entre todo el polvo de talco posible. Verás que llega un momento en que deja de sonar. Eso sí, te recomendamos que, aproximadamente cada 10 años, lijes el parqué para que siempre estén en el mejor estado posible.
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Manchas en el parqué. Teniendo niños, es posible que, una de las manchas a las que te enfrentes sea de chocolate en el suelo. ¿Y qué pasa si esa mancha ha calado en la madera? Pues que vas a necesitar un poco de agua caliente con unas gotas de amoniaco para quitarlo. No apliques mucho, ya sabes que el agua no es algo que le guste demasiado a la madera.
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Manchas de barro. Con las lluvias, las manchas de barro son unas enemigas muy duras pero en realidad puedes quitarlas sin problema. ¿Cómo? Deja que se sequen. Después, con un cepillo, frota con fuerza para que desaparezca del todo. ¿A que así será mucho más fácil quitarla?
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Manchas negras en los espejos. Uno de los problemas de los espejos es cuando tienen manchas negras que aparecen y no sabes de dónde han salido. Si te ha pasado eso y quieres disimular las manchas, lo mejor que puedes hacer es pegar detrás del espejo un trozo de papel de aluminio, más o menos donde esté cada mancha. Seguro que así vas a lograr disimularlo e incluso que no se vea.
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Azulejos grasientos. Los azulejos grasientos son síntoma de una cocina que se ha usado mucho, pero también afean toda la cocina. Para que eso no pase coge un cubo y llénalo de cuatro litros de agua templada. Ahora echa una cucharada de bicarbonato y empieza a fregar los azulejos con esa mezcla. Verás como adquieren el tono del primer día y tu cocina relucirá.
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Si quieres limpiar las alfombrillas antideslizantes del baño, lo mejor es que las laves al menos una vez a la semana con un poco de agua y lejía. Es como quitarás toda la suciedad y conseguirás higienizarla.