Muchas personas están empezando a trabajar en sus hogares debido a que han emprendido negocios o que, simplemente, han decidido trabajar desde casa porque su trabajo se lo permite. Sea una cosa u otra, has de tener en cuenta que, al estar en casa, muchas veces te puedes sentir con ganas de no hacer nada y no te cundirá tanto como con otras cosas.
Así que, lo que puedes hacer, es lo siguiente:
Por la mañana
Sal a la calle. Sí, es algo que no vas a querer hacer pero conviene, sobre todo si vas a hacer alguna actividad física porque volverás con energía para trabajar. De esa forma te quitas el sueño de encima.
No trabajes en pijama. Ponte ropa cómoda. ¿El motivo? Para que sepas que es hora de trabajo y no estés pensando en la cama y en lo bien que estabas en ella.
Ponte un horario. ¡Y cúmplelo! Son muchas las personas que dicen de trabajar x horas al día y después, por cansancio o por vagueza, acaban por no cumplirlo. Así que empieza a hacerte cargo de ello. De esta manera vas a lograr que tu cuerpo se acostumbre a hacer algo en ese horario y no te sientas cansada.
Por la tarde
Normalmente por la mañana habrás hecho ya mucho trabajo y, por la tarde, tengas todo patas arriba. Si es así, dedica un poco de tiempo a ordenarlo todo para que parezca otra cosa. Esto te ayudará a saber lo que tienes que hacer, a darle prioridad a las cosas.
Si ves que no avanzas, sal a pasear. Puedes estar bloqueada y obligarte a trabajar sólo hará que te bloquees más.
Dedica tiempo a tus amigos. Es importante porque tienes que mantener el contacto. Eso sí, que no se alargue demasiado o al final no harás nada.
Por la noche
Vida social. Sal a la calle, habla con amigos, permanece con la familia…. Tienes un horario que has cumplido, mejor o peor, así que ahora toca empezar a desconectar y estar con la familia.