Es posible que tu hijo te haya sorprendido alguna vez cuando se ha acordado de vivencias positivas o negativas que tuvo a una tierna edad, edad en la que tú no puedes recordar.
Esto se debe a que los niños tienen dos tipos de memorias o dos formas de recordar las situaciones por las que pasa. Durante los primeros dos años sólo tienen una memoria, la memoria implícita que se da a nivel inconsciente. Un ejemplo de memoria implícita puede ser por ejemplo cuando la madre está dándole la lactancia materna y mira a su bebe. Este identifica la cara de su madre como un recuerdo positivo para él y una forma de vinculación con él de tal manera que la recuerda aunque haya pasado tiempo de no estar con él.
Una vez que los niños dominan el lenguaje aparece el otro tipo de memoria, la memoria explícita en la cual el niño almacena las situaciones y vivencias tanto positivas como negativas de manera consciente. Es a partir de que el niño domina el lenguaje cuando los dos tipos de memorias se juntan y actúan de forma simultánea a la vez.
No podemos decirte cuál es mejor y cual es peor ya que cada memoria tiene un tiempo de ser en el niño. También en los adultos podemos tener este tipo de memoria pero siempre se suele acabar olvidando la memoria implícita que se da a nivel inconsciente sobre todo si no se desarrolla.
Para que te hagas una idea, los niños superdotados empiezan a recordar en torno a los dos años mientras que los niños sordomudos lo hacen a los tres años y medio. Los niños normalmente suelen empezar a recordar a partir de los dos años y medio.