Si en un artículo anterior te hablamos de lo que era la monitorización y te comentamos algo sobre la monitorización externa, en esta ocasión queremos comentarte también algunos detalles importantes sobre una monitorización interna, es decir dentro de útero.
La mayoría de las personas conocen la monitorización externa porque es la que más se utiliza por parte de los médicos pero también existe este otro tipo de monitorización interna donde se accede directamente al feto y para llevarla a cabo es muy necesario que la bolsa de agua esté rota porque si no lo está y realmente necesita realizarse esa prueba entonces los profesionales médicos han de romper la bolsa de aguas.
El electrodo que se inserta por la cabida uterina se coloca en el cuero cabelludo del feto para escuchar a través del mismo el latido cardiaco fetal. También hay otro tubo que sería un catéter el que mide la presión directamente dentro del útero.
No te asustes demasiado porque este tipo de monitorización suele utilizarse sólo cuando se está de parto y siempre y cuando la bolsa esté rota o los profesionales aconsejen el romper. Es una técnica muy utilizada y también muy sencilla de realizar algo que hay que tener en cuenta que entraña algunos riesgos tanto para el feto como para la propia madre.
Aún así que no te dé miedo preguntarle a tu médico en el caso de que comiences con la monitorización externa para saber y prepararte por si en algún momento vas a necesitar una monitorización interna.