Como sabes, los extremos, en nada, son buenos, y en el caso de las dietas, comer siempre de forma saludable tampoco lo es. Es por eso que hay que intentar tener un término medio.
Sin embargo, hay algunas veces que no te das cuenta que te estás pasando debido a que no lo ves como algo malo pero aquí te damos algunos síntomas que pueden hacerte echar el freno en tu dieta.
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Compras siempre comida ecológica. Está bien ser sana pero no hay diferencia entre la comida ecológica y la normal, la verdad es que, ahora mismo, son igual de sanas. Además, para que te quede claro, aunque la comida ecológica es más cara, eso no quiere decir que no tenga las mismas calorías, azúcar, proteínas, etc. que la normal y encima hay veces que es hasta perjudicial porque tienen más grasas u otros ingredientes que son malos.
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Solo piensas en deporte y dieta, no tienes vida social. ¿Por qué? Pues porque salir con amigos quiere decir tomar algo que no está en la diea y una persona obsesionada con la vida sana no se lo plantea. Por eso evitan salir con los amigos y tienen una agenda apretada para vivir en base a su estilo de vida, sin que apenas haya encuentros con los amigos.
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No importa el horario de dormir. De hecho se quieren levantar cuanto antes para correr porque así van a gastar más calorías. Después a la hora de dormir, no toman en cuenta que se han de dormir al menos 8 horas para que el cuerpo esté bien descansado.
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Pides muchos exámenes médicos y analíticas. Eso no es estar más sano, es obsesionarte además de que muchas puede hacer que se den falsos positivos o te expongas a radiaciones que no son adecuadas.