En la Isla de Gran Canaria, en el extremo meridional se encuentra uno de los espacios naturales protegidos más sorprendentes del archipiélago, la Reserva natural especial de las Dunas de Maspalomas. Un paraje único en el planeta, con una belleza mágica.
La Reserva natural especial de las Dunas de Maspalomas, esta forma por una gran extensión de casi cuatrocientas hectáreas, un gran terreno de dunas, un palmeral y una charca, que forman un conjunto de gran interés botánico, faunístico, geomorfológico y paisajístico, único en las Islas Canarias.
En 1987 fue declarado como Espacio natural protegido a nivel nacional, se efectuaron diferentes acciones para la restauración y conservación de los ecosistemas, clasificándose en el año 1994 como Reserva natural especial.
De los tres espacios que forman la Reserva, sin duda la más espectacular y sobresaliente es el Campo de Dunas, que tiene una extensión de cuatro kilómetros cuadrados. La arena acumulada en estas dunas procede del mar. Hay que tener presente, que las dunas se mueven, el viento es el responsable de este vaivén, por medio de la amplia plataforma que ocupan.
En el término del Campo de dunas, en la desembocadura del Barranco de Fataga, se encuentra una Charca de agua salobre, que se nutre del agua procedente del mar y del Barranco de Maspalomas. La charca esta cerca por un anillo vegetal, que desempeña un papel principal al ser un refugio y lugar donde habitan las aves. Es de destacar, la íntima relación que existe entre la fauna y la vegetación acuática.
Así que si viajas a Maspalomas, no olvides visitar las Dunas de Maspalomas un lugar que te sorprenderá y que parece extraído de otro planeta, que si es la primera vez que lo contemplas te dejará sin palabras.
