Cada día nos exponemos a la sobreinformación. Y es que cada vez son más las preocupaciones, las informaciones y las responsabilidades que debemos afrontar, procesar y digerir. El trabajo, la familia, la economía, los problemas políticos y sociales, la salud… son sólo algunos de los temas de nuestro día a día. Y si no se previene, toda esa sobreinformación puede derivar en una problema: el síndrome de la fatiga informativa.
El principal síntoma de este síndrome lo encontramos en el sueño. Y es que tanta información provoca un efecto de agotamiento que puede repercutir negativamente en el sueño; ya que cuando la mente está satura y se encuentra desbordada de informaciones, conciliar el sueño no es tarea fácil. Sobra aclarar que dormir es vital para la salud…
Las consecuencias directas de un descanso incorrecto son el cansancio, el estrés, el bajo rendimiento, etc.
Para evitar que este síndrome afecte a nuestras vidas es fundamental buscar alternativas que ayuden a drenar la tensión provocada por ese exceso de información diario. Practicar ejercicio físico y la meditación, por ejemplo, son dos buenas opciones. Aunque, lo más importante es desconectar de la rutina al finalizar el día, un baño relajante o compartir momentos con familiares y amigos ayuda a conseguirlo.