Una de las comidas que no suele gustar a todo el mundo pero que realmente puede ser muy adecuada para algunas personas es la de comer sesos. Muchos consideran que es algo demasiado desagradable pero se dice que son muy buenos para el cuerpo y de hecho, en algunas culturas, es todo un manjar.
Prepararlos no es difícil, al contrario, aunque hay muchas formas de hacerlos. Una de ellas es la que vamos a mostrarte a continuación y que se trata de una receta muy fácil de hacer, sesos fritos ¿quieres probarla?
Lo único que vas a necesitar es lo siguiente: Harina, sesos, aceite y sal.
Lo primero, una vez que hayas comprado los sesos, te va a tocar llenar la sartén con aceite y ponerla a calentar para que puedas freír los sesos. Éstos debes pasarlos por harina (enharinarlos) pero antes échales un poco de sal y mézclalos bien para que la misma se adhiera a ellos. Después te tocará pasarlos por harina, no demasiado, pero sí lo suficiente como para conseguir que estén bien cubiertos. Si quieres puedes echarlos en una fuente con harina y después usar un colador para ponerlos encima y darle golpecitos para que caiga el exceso de la harina.
Por último solo tendrás que freírlos bien, no demasiado ya que entonces no estarán buenos. Recuerda que los sesos son blandos con lo que necesitas que el aceite esté bien caliente para que no se haga mucho por dentro pero sí por fuera (no hasta el punto de quedarse crudos, claro).
Y listo, ya solo tienes que comértelos cosa que, si te gustan, no será difícil.
