Que si hacer deporte, que si tener más dinero, o quizás, viajar más, sin olvidar la típica de ascender en el trabajo… estos nos algunos de los más tipicos y tópicos propósitos para el Año Nuevo, y en la mayor parte de los casos, ya se sabe que son muy pocas las personas que consiguen llevarlas a cabo de forma efectiva a lo largo del año, de hecho, muy pocas veces pasan de la primera semana…
Pero no es muy frecuente pensar en convertirse en una mejor persona en el año que empieza, pues sí, ser una persona mejor.
Y no hace falta pensar en los que están muy lejos pasando hambre, o en hacer un esfuerzo sobrehumano para ayudar a alguien a quien no se conoce ( o sí, si uno se lo puede permitir) pero ser mejor persona también se puede conseguir de forma mucho más sencilla, simplemente ayudando a quienes se tiene más cerca.
Puede que algo tan básico como ser un mejor compañero de trabajo, o sencillamente, preocuparse por la salud o por la situación de ese vecino que vive solo y que ya es algo mayor sean buenas formas de iniciar con este propósito; otra buena forma de conseguirlo es proponerse ceder el asiento en el Metro o en el Autobús, o destinar una parte del dinero para tabaco y para el café en ayudar a quien lo está pasando mal a causa de la crisis. O ¿Por qué no? Ver con aptitud positiva proyectos y sueños de familiares y amigos.
No siempre es fácil empezar, pero la verdad es que si se piensa bien, ser mejor persona es el más sencillo de los propósitos para el Año Nuevo, lo único que hace falta, como con cualquier propósito, es intención para comenzar.