San Sebastián, es una ciudad abierta para todos, que ofrece un paisaje practica perfecto, una intensa y variada actividad cultural y una buena calidad de vida, forman la personalidad de una de las ciudades encantadora.
La capital guipuzcoana se caracteriza, por ser una ciudad abierta y simplemente humana. Con un carácter marcado cosmopolita.
Algunos la consideran una de las ciudades más hermosas del planeta, esta combinación perfecta de montes pequeños, mar y construcciones señoriales. Porque el Cantábrico es un habitante más de San Sebastián.
Si bien, San Sebastián se dispone alrededor de La Concha, resguarda del oleaje por la Isla de Santa clara y ceñida por los Montes Igeldo y Urgull. Los tonos cambiantes de la bahía por las Playas de Ondarreta y la Concha son deslumbrantes en cualquier época.
Es una ciudad que mira al mar, a la gran parte de los lugares de interés turístico se puede llegar fácilmente caminando, recorriendo los ejes peatonales y paseos. Otra fórmula que está en auge es la utilización de la bicicleta, ya que existe una red de carriles bici (bidegorris).
El esplendor de la ciudad durante la Belle Epoque, cuando San Sebastián era elegido como el destino de veraneo de la aristocracia europea, ha dejado bellos edificios como el Palacio de Miramar, el Gran Casino, los Puentes del río Urume.
La Parte vieja de San Sebastián, está llena de restaurantes y bares. Es el mejor lugar para sentir la pasión por la gastronomía. Desde los pintxos hasta los platos de autor.
Otro elemento que distingue a San Sebastián es su intensa y variada agenda cultural, desde pequeños espectáculos en los barrios hasta grandes eventos, como el Festival internacional de Cine, la Quincena musical y Jazzaldia.
Uno de los focos culturales, de congresos, de servicios y turístico es el Palacio del Jursaal. Que con sus dos cubos de cristal, dan una imagen de vanguardia en un ambiente clásico, también es ofrecido por las esculturas como el Peine del Viento o la Construcción vacía.
¿Te irías ahora mismo a San Sebastián?
Vete al casco viejo un fin de semana de manifestaciones y me lo cuentas otra vez, anda.