San Pedro de Atacama, es un destino que destaca en el Desierto de Chile, uno de los más fotografiados por las revistas de viajes, se unen el misticismo de ancestrales culturales y el turismo actual.
Esta situado de Calama, la localidad más próxima a 102 kilómetros. Si bien, San Pedro de Atacama es un tierra fundamentalmente poblada por etnias indígenas, que en la actualidad se dedican al turismo y la agricultura.
En la Plaza, se levanta la iglesia fechada en el año 1774, va mostrando las costumbres de sus pobladores: adobe, vigas de algarrobo atadas con cuero y un esqueleto de madero. Muy cerca, se halla el Museo arqueológico de R.P. Gustavo Le Praige, dónde te esperan objetos de la vida diaria y momias impresionantes.
San Pedro, está repleto de puestos artesanales, dónde podrás adquirir joyas, tejidos o hierbas, como las famosas hojas de coca, su infusión te salvará del mal de altura, si piensas ascender hasta los Géiseres del Tatio. Situados a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, una de los parejas naturales más visitados. En el camino de vuelta, podrás descansar en las Termas de Puritama, con aguas a una temperatura de 30º C.
Saliendo por el sureste, encontrarás la localidad de Toconao, la Laguna Chaxa y el Salar de Atacama. La laguna es el hogar de los aves altiplánicas y flamencos.
Al Atardecer, es recomendable recorrer el Valle de la Muerte o el Valle de la Luna. A esa hora, ofrecen hermosas sombras y los colores cambiantes, perfectos para fotografiar el momento. En bicicleta, se puede llegar desde San Pedro de Atacama.
Todos estos lugares forman parte de la Reserva nacional Los flamencos, que en sus 74.000 hectáreas aproximadamente, dividida en siete sectores de los distintos escenarios de la naturaleza. Existen rutas para recorrerlos.
Para completar tu día en San Pedro de Atacama, te esperan seductoras propuestas gastronómicas en los restaurantes y bares.