Las mujeres embarazadas sufren una serie de cambios en su cuerpo que pueden hacer que ciertas prendas de ropa se vuelvan incómodas en esos periodos y eso hace que haya que comprar ropa nueva.
La ropa interior es una de las prendas que más comodidad ha de dar a la mujer y por tanto hay que tener mucho cuidado a la hora de comprarla, sobre todo los sujetadores ya que los pechos es una de las zonas que más cambios experimenta, sobre todo los primeros meses, aumentando de talla pero también con algunas sensibilidades extras.
Los pechos, en el embarazo, aumentan de peso y de volumen con lo que es posible que haya un descolgamiento que puede evitarse con sujetadores especiales que habría de usar durante todo el tiempo (teniendo en cuenta que no es bueno tampoco llevar un sujetador las 24 horas del día).
Debido a ese aumento de volumen y de peso, también la talla del sujetador suele ser mayor recomendando sobre todo aquellos que tienen una banda inferior ancha para sujetar el pecho sin hacerle daño. De hecho, en base a esto, los sujetadores deportivos son los que más comodidad pueden tener aunque no deben apretar demasiado.
Es adecuado que los tirantes de los sujetadores sean anchos y elásticos pero no demasiado para que los hombros no se resientan. Conviene comprar un sujetador que permita regular los tirates para poder adaptarlo a cada necesidad.
En cuanto al tejido, el mejor que puedes usar es el algodón, sin que haya costuras, para evitar irritaciones o molestias en el pezón o en los pechos. De hecho, siempre es mejor un sujetador cómodo, aunque sea simple, que uno con puntillas o costuras que al final te acaba molestando (o uno de aros, que no suele ser soportado por muchas embarazadas).
Durante el tercer trimestre de embarazo los sujetadores especiales de lactancia pueden ser los más acertados, sobre todo si hay pérdidas de leche.