Todavía hay muchas mujeres que les tienen pánico a los y las ginecólogos/as y que procuran no ir o llevar los problemas “de ahí abajo” lo más en secreto posible porque ven con miedo (o incluso con malestar) el acudir a un médico ginecólogo y tener que desnudarse de cintura para abajo (a veces también la parte de arriba, para que la exploren).
Por eso, hoy vamos a tratar de hablar de la consulta de ginecología y lo que puedes encontrar en ella.
Para empezar, una consulta de ginecología es la adecuada para cualquier problema relacionado con el aparato genital o incluso cuando se tienen problemas para concebir hijos porque es el médico más especializado. ¿Y qué se hace? Pues depende de si es la primera visita.
En la primera visita
Si es la primera vez que vas al ginecólogo lo más seguro es que te abra una ficha con la cual va a tener los datos más importantes, no solo los personales, sino sobre tu regla, cómo es, si notas alguna molestia, si has tenido enfermedades, si estás operada de algo, etc. Todo es importante y cuanto más completa esté la ficha mejor.
Una vez hecho, puede pedirte que te desnudes de cintura para abajo, o completa, y te dará una bata para que te tapes. ¿Por qué el desnudarte? Por dos motivos:
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Por un lado van a revisar los pechos en busca de algún nódulo o bultito que puedas tener y que, ojalá que no, pudiera ser maligno, es decir, cáncer de mama. Es posible incluso que te pregunte si te revisas periódicamente y que te enseñe a hacerlo para que, en caso de descubrir algo en el futuro, acudas de inmediato (ya sabes que, cuanto más a tiempo se coja, mucho mejor).
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Por otro lado van a revisar el aparato genital, esto es la parte externa, la vagina y el cuello de la matriz o útero. Esto último tendrá que hacerlo con un espéculo, un adminículo en forma de pico de pato que al introducirlo abre la vagina para ver el cuello del útero y observar las paredes vaginales. Otra opción puede ser mediante cámara. Introducen una pequeña barra que lleva una cámara incorporada y es como si te hicieran una ecografía pero en el interior. De hecho, hoy día se suele hacer así.
Otra forma de explorar es mediante las manos, ya que el ginecólogo o ginecóloga puede introducir los dedos índice y corazón en el interior de la mujer mientras la otra mano la pone en la zona inferior del abdomen para explorar tanto el útero como los ovarios. Esta es quizá la más complicada de llevar por cualquier mujer pero también te decimos que no suele llevarse a cabo últimamente ya que las nuevas tecnologías han permitido que con la ecografía se pueda llegar a los ovarios y revisarlos sin necesidad de importunar (de hecho lo pueden hacer hasta por fuera, sin necesidad de tocar en los genitales).
Conviene pasar una revisión ginecológica al llegar la menstruación para que se vea algo normal en las niñas y para saber si todo va bien. También es bueno una revisión anual, se tengan o no problemas. Un análisis de sangre y algunas pruebas específicas van a ser lo que se pedirá por el médico que se tenga asignado.