Los niños son niños y como tales tienen que hacerse daño para que comprendan lo que ocurre cuando hacen algo que no deben o bien cuando no tienen cuidado en aquello que están haciendo. Sin embargo eso no quiere decir que si se dan un golpe vamos permitir que le duela sino al contrario.
Cuando un niño se da un golpe lo primero que hay que hacer es aplicarle hielo, normalmente envuelto en un gasa para evitar que entre en contacto con la piel y le queme. La aplicación del mismo suele ser de al menos 10 minutos para que surta efecto.
En caso de que no tengas hielo puedes usar aceite de oliva que también hace el mismo efecto y consigue que no haya una hinchazón tan fuerte. No uses demasiado aceite de oliva; simplemente mójate parte de los dedos en él y aplícalos sobre el lugar donde el niño se ha dado el golpe. Dale un suave masaje para que se alivie el dolor y también para que que el aceite haga su efecto.
También puedes echarle un poco de aceite y cubrir la zona con un pañuelo.
Existe también una barra que utilizan en muchas escuelas infantiles con la cual aplicar una pequeña porción de ella en el lugar donde se ha dado el golpe para evitar hinchazón. Suele ser bastante eficaz aunque también los remedios naturales lo son.
Ten en cuenta que si el golpe ha sido muy fuerte puede tener consecuencias y siempre es mejor acudir a un médico que certifique que está bien, sobre todo si el golpe ha sido recibido en la cabeza.