Si bien es complicado para algunas parejas llevar a cabo relaciones sexuales durante el embarazo, por temor a hacerle daño al bebé, por evitar problemas o porque la libido no está en su mejor momento, lo cierto es que, cuando el bebé ya ha nacido, te puedes encontrar con un nuevo problema a la hora de mantener relaciones sexuales, pasada la cuarentena por supuesto. Nos referimos a la época de la lactancia.
Durante la lactancia la madre tiene que cuidarse mucho para evitar perder la leche materna, o que éste se agríe (las madres y abuelas siempre decían que un disgusto grande puede hacer eso). Es por eso que, a la hora de dar el pecho, las hormonas están algo disparadas y eso influye, positiva o negativamente, en las relaciones sexuales.
Lo cierto es que, durante la lactancia, la madre experimenta una bajada del apetito sexual debido a que su rol cambia de inmediato de ser mujer a ser “madre” y eso hace que, el placer sexual, se deje en un segundo plano para solo disfrutar de la maternidad (aunque a muchos hombres no les guste eso).
A pesar de ello, no quiere decir que, durante la lactancia, no haya relaciones sexuales, sí que las hay aunque se suelen tener más precauciones. Por ejemplo, en cuestión de lubricación, debido a que las mujeres pueden tener mayor sequedad vaginal y eso provocar que necesita más atenciones. Igualmente hay que tener cuidado con los pechos. Debes recordar que tienen leche y, si te gusta apretarlos, vas a quedar un poco “mojado” con ella (aunque muchos hombres suelen probar la leche materna y recordar su época de bebés).
En definitiva, las relaciones sexuales durante la lactancia se pueden dar aunque, con el nuevo cambio de la mujer, y del hombre, éstas no son tan frecuentes. Lo importante es no caer en la rutina por culpa de ello.