En los últimos años la edad con la que una mujer tiene a su primer hijo se ha ido alargando en el tiempo hasta el punto de rozar casi la edad máxima en la que tenerlo, o incluso rebasarla muy a la larga. Esto es debido a que, hoy en día, la maternidad es un caso aparte, primero se busca la estabilidad económica, un buen trabajo, una casa, etc., cosas que no son fáciles de conseguir y que hace que pensar en ser madre se vaya dejando cada vez más y más hasta que se pueden tener problemas para cumplir ese sueño.
De hecho, ya se ha visto que hay un aumento en los tratamientos de fertilidad para conseguir ese embarazo que no llega de forma natural y que da una posibilidad a algunas parejas. Pero hay otro método para lograrlo, la llamada “vitrificación”.
La vitrificación es una técnica en base a la cual se procede a la congelación de óvulos para que, cuando una mujer se quiera quedar embaraza, puede utilizar esos óvulos que estarán en perfecto estado y poder así evitar el riesgo del deterioro de la fertilidad por culpa de la edad porque los óvulos que tienes son óvulos que son fértiles y fuertes, diferentes de los que puedas tener a los 38 o 40 años (y de ahí en adelante).
De hecho esta tendencia que puede sonarte raro, está en auge. Ha crecido un 25% en el 2013 y parece que va a seguir subiendo en 2014 pues es una forma de cumplir el sueño de ser madre sin que entren en juego los peligros que puede haber de quedarse embarazada a una edad demasiado mayor (no es que se eliminen todas pero al menos hay menos probabilidades en algunos aspectos).
¿Qué piensas tú de esta forma de postergar la maternidad?