«Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo» No es una expresión precisamente nueva, pero, se ha convertido en la última tendencia en dietas de adelgazamiento y mantenimiento de peso o, al menos una versión de este dicho un poco más concreta y con las reglas definidas, o lo que es lo mismo, la crononutrición.
¿Qué es la crononutrición?
Más que un régimen de control de peso, la crononutrición supone una nueva educación sobre la relación de las personas con la alimentación, casi como una filosofía de vida que pretende buscar aprovechar las ventajas de los alimentos de forma positiva, sin que sus nutrientes se tengan por qué convertir en grasa acumulada o en enfermedades relacionadas con una dieta descontrolada.
En este sentido, la parte más importante de la crononutrición es el desayuno en el que se deben incluir todos los grupos de alimentos, y en el que no pueden faltar algunos tan básicos como las grasas y los hidratos de carbono, que son importantes fuentes de energía para toda la jornada si se consumen al empezar el día. La hora de la comida también debe ser rica en grupos nutricionales, mientras que la cena es más ligera y en ella se deben evitar grasas o hidratos.
Un hecho curioso es la importancia de la merienda, para conseguir un extra de energía diario para afrontar la recta final del día, además, a lo largo de la semana se permite «saltar la norma» en dos ocasiones, siempre que no sean en el mismo día.
En definitiva una nueva forma de relacionarse con la comida que, busca sobre todo, convertirse en la mejor solución para que los alimentos se conviertan en aliados y no en enemigos.
