Hay ocasiones en que las mujeres tienen un problema bastante frecuente en cuanto a que tienen dificultades para ir al baño después de dar a luz. Durante los primeros días después del parto es normal que el tránsito intestinal esté más lento pero es necesario evitar el estreñimiento porque si el bolo fecal se endurece puede producir después un sangrado o hematomas en la zona períanal y suele ser mucho más doloroso.
Durante estos días es bueno seguir una dieta variada y rica en fibra. Procura comer naranjas, ciruelas, alcachofas, legumbres y cereales. Bebe también mucha agua, al menos un litro y medio de agua al día para que las heces no se endurezcan y te ayude mucho más a expulsarlas.
Pasear todos los días un poco también te puede ayudar por la movilidad abdominal y motilidad fecal.
De todas maneras si ves que nada de esto te funciona lo mejor que puedes hacer es consultar con una enfermera que te ayudará a decidir la mejor opción en estos casos como puede ser una lavativa para ayudarte a expulsar aquello que no puedes. Por regla general una vez que se ha ido al baño no vas a tener complicación para volver a ir aunque convendría seguir con las recomendaciones que antes te hemos descrito. Por supuesto si sientes dolor en alguna parte del cuerpo debes también notificarlo por si fuera el caso de que ocurriera algo en tu organismo. Pero, lo importante, en estos casos, es que no te preocupes porque eso solo empeorará las cosas.
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