Como sabes, a la hora del parto, tu hijo o hija sale primero y después mientras lo tienes la expulsión de la placenta se hace mucho más fácil porque ya no te duele tanto pero puede ocurrir el caso de que su expulsión tenga dificultades. Son situaciones muy claras que no se deben de dar por término general pero conviene saber que podría ocurrir en el caso de que te pasara algo parecido.
Así, queremos darte un primer vistazo a qué pasaría en varias situaciones cuando la placenta no llega a salir.
Si la placenta no sale completa el ginecólogo ha de hacer un legrado para expulsar todos los restos que queden. Esto quiere decir que tendrá que introducir hasta el útero algunos instrumentos para tirar de la placenta y vaciar por completo esa zona con el objetivo de no tener infecciones ni problemas graves.
Si la placenta no se despega de la pared uterina, llamada placenta acreta entonces es posible que se tenga que hacer una histerectomía. Esta complicación es grave y por eso no se puede dejar nunca.
Si después de que se ha desprendido la placenta, el útero no se contrae puede existir un riesgo de hemorragia y convendría que el ginecólogo hiciera un legrado y masajes uterinos vigilando muy de cerca la evolución para que no vaya a ocurrir nada grave.
Te reiteramos que son situaciones raras que no tienen por qué ocurrir así que no te asustes.