No nos extraña en absoluto que el denominado «power walking» se esté poniendo tan de moda como el propio running, y es que cada vez son más y más las personas que vemos practicando alguno de estos dos deportes a cualquier hora y en cualquier sitio, ¡es tan fácil! En primer lugar, no dependemos de ningún horario y, por último, apenas necesitamos equipamiento, tan sólo ponerle ganas y salir cuando nos apetezca a andar.
El power walking es ideal para todos/as aquellas/as a los/as que les agota correr, pero tampoco estamos hablando de una amena charla con los amigos/as mientras damos un paseo, sino de caminar de forma energética, a una velocidad a un ritmo que nos permitan quemar calorías y hacer ejercicio. Es decir, se debe de caminar siempre cómodamente al ritmo que cada uno se marque, pero a la vez de manera que ello implique algún esfuerzo. Un ejercicio seguro y muy efectivo que cuenta con innumerables ventajas, entre las que destacan perder peso, mantenerse en forma, reducir la tensión arterial, mejorar el sistema inmunitario, etc.
Lo ideal sería practicar el power walking unas 3 ó 4 veces por semana durante unos 45 minutos, aunque con el tiempo podemos intensificar las sesiones. Sin duda alguna, nos encontramos ante una alternativa perfecta al running y ante un ejercicio relajado y ameno, sin horarios ni presiones. ¿Ya lo has probado?
