Te levantas todos los días a una misma hora, preparas las cosas, te vistes y, cuando llegas a la cocina, ¿qué tienes? El mismo desayuno todos los días (salvo, quizá, los fines de semana). Es posible que al final lo mires con mala cara y que, en ocasiones, no te lo tomes porque estás aburrida del mismo.
Esto nos ha pasado a todos y es uno de los mayores problemas ya que, como sabes, el desayuno es la comida principal y la que más fuerte se debe hacer. Así que, ¿por qué no hacerlo bien y que al mismo tiempo te guste?
Hoy te vamos a proponer 7 desayunos para 7 días, cada uno diferente porque lo importante no es desayunar lo mismo sino desayunar energía y nutrición y eso se puede hacer de forma muy diferente. Así que toma nota que seguro que esto te gusta y te da ideas para comer otras cosas otros días.
Día 1
El primer día empezaremos con un desayuno bajo en calorías. ¿Cómo? Pues con un batido de kiwi y moras (o de dos frutas que te gusten). Si lo haces por separado y luego lo juntas tendrás un batido bicolor antes de moverlo que seguro que te da las energías que necesitas.
Día 2
El segundo día será algo dulce. Y es que lo mejor es un trozo de bizcocho de zanahorias y nueces (ojo, que sea casero, que es muy fácil de hacer y no engorda tanto como se cree). Acompáñalo de un vaso de leche (sólo leche).
Día 3
Ya estamos en el ecuador de la semana. Hay que coger fuerzas para lo que queda así que coge un cuenco y a comer unos cereales con leche. Procura que no sean de los que lleven chocolate o, si lo llevan, que sea poquito. No te preocupes, que eso alimenta y da mucha energía.
Día 4
Para este día vamos a poner algo más habitual: zumo, pan tostado con aceite y tomate, y un café o un vaso de leche. Es lo habitual en la dieta mediterránea y, obviamente, debía estar aquí.
Día 5
Es un día que nos puede acercar al fin de semana y, para animarnos a ir al trabajo, nada mejor que comerse un “mugcake” que prepares en el microondas mientras terminas de vestirte. Mientras que no te pases y comas dos, no te apures por las calorías, aunque no te debes pasar con las de las siguientes comidas.
Día 6
Coge un bol y échale un yogur. Añade las frutas que más te gusten y, ¡para adentro!
Día 7
El último día de la semana y cuando te sueles levantar más tarde. Pues bien, para este día tocan unas tortitas que puedes preparar con nata, chocolate, azúcar, etc. ¡Se trata de disfrutar!
Controlar las calorías del resto de comidas es lo que hará que, si estás a dieta, este tipo de desayunos no sean perjudiciales para perder esos kilos de más que te sobran, además de ser una forma de ver que ponerte a dieta no significa perderte esas cosas que pueden gustarte más y sí darte un capricho que se agradece.