Tal vez nunca hayas oído el nombre de Perth, la capital de Australia Occidental, la ciudad de los súper modernos rascacielos, que sorprende por sus edificios british, parques floreciendo, playas infinitas y buenas comidas.
Si cruzas en avión las extensas planicies rojizas del desierto de Australia, con rumbo a Perth, ni se te pasará por la mente lo que te vas a topar. La ciudad junto a la orilla del Swan, en la costa australiana suroeste, es el punto más distanciado de Sídney, y se halla en las antípodas de la capital.
No muchos turistas llegan a visitarla por la gran distancia que hay que cubrir para visitarla, pero sin duda vale la pena recorrerla. Perht, está repleto de salvajes flores, modernos establecimientos comerciales, lagos con cisnes de color negro y majestuosas catedrales.
Los frescos inviernos y templados veranos proveen la propagación de la especie denominada de monte australiana, que en primavera estalla con colores vibrantes y brillantes, que lucen majestuosas en el King´s Park, un maravillo jardín botánico que se encuentra cerca del centro de Perth.
Los habitantes de Perth saben disfrutar de la vida, allí todas las personas van en bicicleta y los fines de semana son ideales para hacer picnics en sus extensas playas, jardines y en los caminos del King´s Park donde se encuentran más de siete mil especies de flores.
Otro lugar para visitar es el Zoológico, que alberga especies endémicas que parecen venidas de otro planeta: el djoongari, el equidna, numbat, el ornitorrinco, el wombat, el vopilkara y el chudith.
En Perth tienes fabulosos restaurantes donde el cocinero pone toda su imaginación al servicio al cliente, y los resultados son maravillosos: como el pez espada, el canguro, el cocodrilo o el emu, se sirven de forma exquisita con finas hierbas y salsas. También hay que destacar la comida asiática.
¿Te atreverías a cruzar media Australia para visitar Perth?
