Lo normal para una embarazada es que, a la hora de dar a luz, su parto sea normal sin embargo, hay situaciones en las que el parto requiere ser especial. Esta situaciones sólo las puede decidir el personal sanitario pues, con ellos, se trata de actuar de forma más rápida debido a que se pone en juego la salud de la madre o del hijo.
Existen tres partos especiales. El primero de ellos es el parto provocado y se produce cuando el parto no se inicia de forma espontánea sino que hay que inducir o provocar mediante medicamentos que aumenten las contracciones para llevar a buen término el parto.
Otro de los partos especiales es el parto instrumental donde se requiere la utilización de varios instrumentos para ayudar al niño o la niña a salir del canal de parto, normalmente porque la madre sea estrecha o ambos estén demasiado cansados para poder seguir adelante por sí solos.
Por último, el último parto especial es la cesárea donde se realiza una operación quirúrgica haciendo una incisión en el abdomen y útero de la madre. Este tipo de parto se realiza cuando por la vía vaginal pueden existir problemas para la salud del niño o la niña y la madre y puede programarse antes incluso de que vaya a producirse el parto.