Palamós, se halla en la Costa Brava, en la costa de Girona, cuenta con magnificas playas y turismo de ocio.
El relieve accidentado de la costa, ofrece extensos arenas y calas entre las rocas de aguas cristalinas.
Su gran oferta de hoteles y otros establecimientos hosteleros se adapta a toda clase de visitantes, desde los que quieren disfrutar del lujo hasta los que quieren sentir la naturaleza.
La gastronomía, es otra forma de descubrir la cultura de Girona, que ofrece magníficos productos que vienen del mar. Los mariscos y pescados forman parte de la valorada dieta mediterránea.
Destacando principalmente en Palamós la gama que se come en diversos guisos, cocida o a la plaza. Cigalas, calamares, erizos de mar y sepias, que se combinan con caracoles, bacalao o aves de caza, componiendo recetas que combinan el mar y la tira.
De la misma forma, los Vinos de la D.O. de Ampurdán – Costa Brava, son buenísimos acompañantes para estos platos suculentos.
Los restaurantes se sitúan tanto en las playas como en los puertos del casco antiguo. Cualquier ruta por la ciudad os conducirá a monumentos como las Iglesias de Santa María del Mar o Santa Eugenia de Villarromá, en el centro urbano.
La Plaza de El Pedró y la Plaza Murada son los dos miradores más importantes de Palamós, sobre el puerto deportivo y la bahía.
Por su lado, vestigios arqueológicos íberos importantes se encuentran en la Playa del Castell, en cambio el castillo de estilo medieval de Sant Esteve se encuentra en la Playa de La Fosca.
En el norte de Palamós podrás visitar la localidad marinera de L´Estart, desde podrás ir de excursión a las Islas Medes, una Reserva natural submarina compuesta por siete islotes de mucho valor biológico. Hacia el interior, encontrarás el conjunto artístico – histórico de Pals, cuyo estilo medieval te hará regresar al pasado.
Camino de Palamós, te toparás con las ruinas del Castillo de Begur que data del siglo XV, otra parada puede ser el Parador de turismo de Aiguablava, rozando un acantilando que se hunde en la costa mediterránea.
Bosques de pinos que llegan hasta la arena, es el signo diferenciador de Palafrugell, cuya visita te descubrirá la Iglesia de Sant Martí, el Jardín botánico del Castillo de Cap Roig y la Fundación Josep Pla.