Lo cierto es que la historia podría haber salido de la mente de un director de cine de miedo, pero es muy cierta: un joven valenciano necesita una prótesis interna para su rodilla y se somete a la oportuna intervención, una vez puesta la protesis, el centro de salud en el que operado, comunica a la familia que las prótesis internas tienen un cargo de 152€.
En vista de que la familia no contaba con el dinero, pidieron un aplazamiento para pagar el importen a fin de mes, sin embargo, la respuesta del centro fue clara, y la prótesis fue retirada, hasta que la familia pueda pagar la cifra solicitada.
¿Pagar o no pagar?
La historia ha llamado la atención de los españoles en general, y de los valencianos en particular, y es que esta familia dentro de lo que se considera «normal» llevaba casi 10 años esperando una prótesis que una vez implantada, pretendía ser cobrada.
Lo cierto es que en la actualidad, este tipo de prótesis están sujetas al copago entre la Generalitat y el cliente, una vez hecho el pago, la Generalitad devuelve un importe de 122€ al paciente, por lo que, al final este paga un total de 30€.
Gracias a la generosidad de los vecinos, el joven valenciano ha podido recuperar la prótesis por la que llevaba tantos años esperando, pero en la actual coyuntura económica parece que cada vez que haya que ir al médico habrá que hacer números antes…, y la salud, en poco tiempo, se convertirá en un lujo.
¿Creéis que los copagos están justificados en situaciones como esta?