Por fin. Eso es seguramente lo que han pensado los familiares de Carlos Parra, el hombre que murió en el accidente ocasionado por Ortega Cano, cuando ayer se daba a conocer que el torero y viudo de Rocío Jurado entraba en la cárcel. Y es que, a pesar de que este había intentado por todos los medios evitar la condena de prisión solicitando incluso el indulto, las autoridades judiciales no le han dado la razón y han dictaminado que tenía que cumplir con la condena impuesta.
La cárcel de Zuera, en la provincia de Zaragoza, ha sido la elegida por el diestro para pasar este trance, seguramente uno de los más difíciles de su vida. Y a aquella entraba ayer, acompañado de abogados y algunos familiares, después de haber agotado los quince días de plazo que se le habían dado para ello.
Dos años y medio son los que deberá pasar Ortega Cano en prisión y concretamente en esta de Aragón que ha elegido parece ser que porque el médico personal que tiene, y que se encarga de velar por su salud, se encuentra residiendo en esa misma ciudad.
No obstante, otros rumores indican que también se ha decantado por ese centro porque sus abogados se encuentran en esa urbe y porque desea alejarse lo máximo posible del foco de acción de la prensa.