A todas nos preocupa tener un peso adecuado y en mayor o menor medida todas controlamos nuestro peso con regímenes mas o menos exitosos y cada vez más raros, oímos las dietas milagro que usan las famosas y por supuesto nos creemos que son buenos, si lo hace la famosa de turno, seguro que funciona, y vamos saltando de una dieta a otra y después a otra y este hábito lleva al organismo a una descompensación produciendo otros problemas que antes no teníamos: colesterol, estreñimiento, problemas estomacales…
Estamos tan influenciados por la publicidad que nos vende cuerpos esculturales… es tan difícil conseguir ese imposible que no nos damos cuenta de la decepción que ello conlleva y de los problemas a nivel psíquico o emocional que ello conlleva:
Una inseguridad y baja autoestima, damos más importancia al cuerpo que a la persona que va dentro de ese cuerpo pensando que no vamos a gustar a los demás y comparandonos con otras saliendo siempre perdedoras en esa comparación.
Todo esto nos lleva a meternos en una rueda: no salimos porque no gustamos o porque no queremos ir a una fiesta porque pensamos que no vamos a poder controlar nuestras ganas de comer.
Tenemos que conseguir aceptarnos a nosotras mismas tal cual somos y centrarnos en otras facetas de nuestra vida, debemos también ser menos criticas con nuestro aspecto, si preguntamos a los demás seguro que son más objetivos que nosotros, el tripón descomunal que nosotras vemos será una tripita para los demás, a veces magnificamos nuestro aspecto porque nos obsesionamos demasiado