Uno de los sustos que tu hijo o tu hija te puede dar es cuando, a las pocas horas de acostarse aparece delante de ti con los ojos abiertos y aparentemente despierto pero es incapaz de responder a tus preguntas. ¿Qué le pasa? Lo primero, tranquilidad, está sonámbulo e implica que tu hijo no sabe dónde está ni lo que está haciendo.
A la hora de actuar ante un niño sonámbulo has de hablarle bajito y conducirle lentamente de nuevo a su habitación y a la cama para acostarlo. No conviene que lo sobresaltes pero, si ocurre muchas veces si tendrás que tomar medidas para proteger la casa de cara a las horas de sueño.
La alteración por la que se produce el sonambulismo se da en las tres o cuatro primeras horas de sueño y suele desaparecer antes de llegar a la adolescencia por lo que, en principio, no es algo de lo que preocuparse pero sí es importante llevar a cabo algunas medidas de seguridad para prevenir accidentes.
Por ejemplo entre esas medidas de seguridad estaría el no dejarle dormir en la cama de arriba de una litera, retirar objetos del suelo, cerrar las ventanas y las puertas, proteger las escaleras….
Recuerda que el pequeño no sabe lo que está haciendo y es posible que se levante, deambule por la casa, haga pis en sitios extraños o se tumbe encima de una mesa o en el suelo como si pensara que es su propia cama. Ante esta situación a veces lo mejor es levantarse un poco por las noches para comprobar que tu hijo está en la cama.