Hay algunos niños que tienen muchas dificultades a la hora de comer y que se oponen a varios tipos de comidas haciendo que la hora de comer suponga una relación conflictiva con la comida y con los propios padres. Lejos de insistir, discutir o intentar razonar con el pequeño tenemos el método Estivill que quizás no conozcas pero que puede ayudarte en esta guerra saliendo ganando tú.
El método consiste en que, si nada más poner el plato al niño, lo rechaza, sin enfado o rabia tú, manteniendo la calma, has de intentar darle unas cucharadas. Si no quiere, no te preocupes, quítale el plato y bájalo de la silla.
Tres minutos después siéntalo de nuevo y vuelve a tratar de darle de comer. Si tampoco quisiera vuelve a sacarlo e inténtalo de nuevo a los cuatro minutos. Si tampoco después de ese tiempo come sácalo de la silla y deja que juegue unos cinco minutos.
Si después de esos cinco minutos sigue sin querer comer no te apures, bájalo de la silla y guarda la comida puesto que ya no va a comer hasta la siguiente comida y en la siguiente comida realizarás el mismo proceso bien con la comida que ha dejado antes o bien con una nueva comida.
Es un método bastante tedioso pero obtiene bastantes buenos resultados. Lo importante es no angustiarse, gritar ni enfadarse porque eso lo único que hará es que tu hijo o hija se acerque más a esa negatividad de comer aquello que nos les gusta.
Si te mantienes lo más seguro es que consigas que tu hijo o hija aprenda a comer más fácilmente.
