Las última encuesta sobre la población activa recogió un preocupante dato sobre la destrucción del empleo y, reflejó que, a pesar de que las cifras de desempleados eran algo más bajas en en anteriores publicaciones, ahora es encuentran por debajo de los seis millones, pero no muy alejadas.
Sin embargo, el hecho de que sean unos 5,9 millones las personas que están en situación de desempleo, ello no quiere decir que todas, o que casi todas, cuenten con medios suficientes para poder hacer frente a los pagos.
Según el mismo informe de la encuesta de población activa, el número de parados que recibe algún tipo de prestación está en torno a los 1.9 millones, lo que indica que los cuatro millones restantes no tienen asistencia por parte del Gobierno o de las Administraciones Públicas.
El dato ha supuesto un fuerte impacto, sobre todo, porque según las fuentes oficiales el porcentaje de personas que perciben paro está en torno al 50%, sin embargo, la diferencia radica en que, las encuestas oficiales incluyen también a trabajadores prejubilados y a personas que se encuentran bajo un expediente de regulación de empleo.
Un dato preocupante y que llama aun más la atención al saber que más de la mitad de las personas que no tienen ningún tipo de ayuda son el cabeza de familia o el cónyuge, además, en 800.000 hogares, no hay ningún tipo de ingreso mensual o fijo.
Las estadísticas también alertan de otra realidad relacionada con las ayudas a desempleados y es que, en los últimos años, el número de estas ha descendido un 15%.
De nuevo un dato que hace pensar que la crisis está aumentando a pasos agigantados la pobreza y las desigualdades.