Una de las manualidades de Halloween más fácil de hacer porque apenas si requiere nada, son unos fantasmas de rollo, una manualidad que pueden llegar a hacer los niños solos y que sin duda les va a encantar. Para ello, necesitas lo siguiente: un rollo de papel ya acabado, pintura blanca, cartulina negra y pegamento.
Para empezar, pon unos papeles de periódico en la mesa donde trabajes para que no se manche y coge la pintura blanca. Pinta todo el rollo de blanco (o déjaselo a tu hijo) y espera a que se seque. Mientras lo que puedes hacer es recortar en cartulina negra unos ojos y boca que sean monstruosos.
A continuación, y una vez ya todo seco, solo tienes que pegarle esos ojos y boca en el rollo de papel y ya tendrás tu propio fantasma de rollo, un fantasma que seguro les encanta a los niños y como decoración de Halloween es de lo más barato que hay. ¿A que ahora sí te animas para decorar la casa con ese tipo de fantasmas?