Son muchas las mujeres que no se sienten satisfechas con el pecho que tienen. Hay quien tiene de más, quien piensa que tiene de menos y, finalmente, se colocan implantes de senos, es decir, se hacen una mamoplastia.
Sin embargo, algo en lo que no se suele pensar mucho es en las ventajas e inconvenientes que tiene esta intervención porque sí, tiene algunas ventajas e inconvenientes que es necesario conocerlas bien a fondo. ¿Quieres saber por qué?
Ventajas de una mamoplastia
Empecemos por las ventajas que tendría para la mujer hacerse una mamoplastia. Es obvio que la seguridad en sí misma aumentará porque ya no verá sus pechos como un punto débil de su cuerpo sino como uno fuerte. Eso aumentará la motivación, las ganas de lucirlos, de salir a la calle y que la vean, etc. Es decir, habrá una autoestima mucho mayor.
Con las novedades que hay ahora en la medicina tampoco quedarán grandes cicatrices, a lo mejor ni se notan, lo cual hace que uno esté mucho más feliz porque no se ve “rota”. Y como los implantes no producen cáncer ni nada por el estilo, la salud sigue quedando perfecta sin que haya que preocuparse.
Inconvenientes de una mamoplastia
Ahora, si nos pasamos al lado contrario, hemos de decir que, uno de los inconvenientes con el que te vas a encontrar, es que el propio cuerpo rechace los implantes. Puede ocurrir, y de hecho ocurre, así que habría que ponerse en riesgo, no ya una vez por entrar en quirófano, sino dos veces, una para poner, otra para quitar o cambiar.
También habría problemas de espalda porque el nuevo peso de los pechos podría hacer que la espalda te doliera, bien hasta que te acostumbres a ellos o bien para siempre, teniendo una dolencia en el tiempo.