El tai-chi o, más exactamente, tai-chi-chuan, es traducido como «el camino supremo del puño», y a pesar de que, en un principio, se creó como un arte marcial, hoy en día es utilizado como un excelente ejercicio que hace circular la energía por todo nuestro organismo con el objetivo de mejorar nuestro estado de salud físico y mental.
Este tipo de ejercicio, el tai-chi, se rige por unos principios comunes a todos los estilos con independencia de la escuela en la que se practique. Hoy los descubrimos.
- Relajación. En el tai-chi no se adopta ninguna postura o posición forzada del cuerpo, por lo que al terminar no nos sentiremos cansados, sino relajados tanto física como mentalmente.
- Movimiento y armonía. El movimiento que se realiza requiere una gran coordinación, ya que se hace ininterrumpidamente de principio a fin. La característica del movimiento realizado sin esfuerzo hace que sea armónico y se adapta a la condición de cualquier persona sea cual sea su edad.
- Continuidad y coordinación. Gracias a esto la energía interna influye de una manera constante. Si el movimiento se interrumpe, dicha energía se bloquea.
- Respiración. La respiración debe ir coordinada con los movimientos que se realizan. Esta respiración debe ser abdominal y profunda, pero relajada.