Cuando tienes un niño pequeño sabes que los primeros dientes que salen son los de leche, unos dientes que, cuando llega el momento, se caen para dejar paso a los dientes permanentes.
El problema de este tipo de dientes es que, en la mayoría de las ocasiones, se piensa que, porque son dientes de leche, en realidad no es necesario cuidarlos y no te preocupes de ellos. Es cierto que los dientes de leche no son muy importantes porque se van a caer en unos años pero, ¿que no son importantes? Lo cierto es que sí y empiezan formando lo que se ría la dentadura del niño, es decir, que se ocupan de dejar sitio a los dientes definitivos que nacerán después.
Aún cuando sean dientes de leche, es posible que los niños desarrollen ciertas caries y hay que cuidarlos para prevenir que la caries afecta a los dientes permanentes que saldrán en poco tiempo.
Los pediatras suelen recomendar que los niños vayan al dentista antes de los 3 años de edad para empezar a revisarle la boca y saber si todo va bien pues, a través de las revisiones, se puede saber si hay una maloclusión (defectos en la alineación de las arcadas) y también vas a tener información sobre la limpieza del pequeño y cómo enseñarle a cuidar los dientes.
Así, podemos decirte que la visita al médico no se debe hacer solo cuando el niño tiene ya los dientes de leche sino que, si se empieza mucho antes, se podrán tratar problemas que son fáciles de contrarrestar y ayudarle a conservar una dentadura perfecta.