Aquellos que sean padres ya pueden irse buscando una buena excusa para justificar las limitaciones que ponen a sus hijos en el uso de videojuegos, y más aún en los casos en los que sus hijos padezcan de dislexia.
Según una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Padua (Italia), los videojuegos de acción producen efectos beneficiosos en los niños con dislexia. Según este estudio, las habilidades de velocidad, destreza y tiempo de reacción que el niño debe emplear durante su tiempo de juego frente a esta clase de videojuegos favorecen la destreza de la lectura, tarea de especial dificultad para los niños que padecen esta enfermedad.
Esta conclusión ha sido publicada por la revista Current Biology y está basada en la teoría defendida por el mismo equipo que relaciona la enfermedad de la dislexia con problemas tempranos de atención visual y no con habilidades lingüísticas como defienden la mayoría de los expertos.
El estudio ha sido realizado a dos grupos de niños con dicha enfermedad, uno de ellos sometido a 9 sesiones de 80 minutos frente a videojuegos de acción, y el otro grupo sometido a la misma cantidad y duración de sesiones pero frente a videojuegos de naturaleza distinta. Al finalizar con el periodo de pruebas, el grupo de niños que habían dedicado su tiempo a los juegos de acción habían experimentado ciertas mejoras en sus habilidades atencionales y su velocidad de lectura.
Este estudio abre una nueva puerta para la curación de la dislexia en niños del mismo modo que supone todo un problema para aquellos padres que luchan para que sus hijos pasen menos tiempo frente a las pantallitas de sus juegos. A partir de ahora tendrán que buscar una muy buena excusa para que cambien estos videojuegos por aquellos en ocasiones tan olvidados libros de estudio.